La melancolía ronda la Inquisición

Resumen

El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una de las instituciones más poderosas de la Nueva España y la melancolía estuvo rondando algo más que sus puertas. Don Miguel de Azorín, Clérigo Presbítero y Secretario del Secreto del Santo Oficio dejó de asistir al desempeño de su ministerio en el año de 1780. Tres médicos lo examinaron y el diagnóstico fue unánime: Don Miguel de Azorín padecía de una melancolía incurable. La fuente de esta historia real es un manuscrito hallado en el Archivo General de la Nación. Esta fuente documental narra con detalle cómo se manifiesta la melancolía en el Secretario del Secreto y  las causas por las que ningún tratamiento fue exitoso para su cura. De este manuscrito emana también información valiosa sobre el tipo de enfermedades que padecían los inquisidores, hombres que se esmeraron en el cumplimiento de su obligación en este Tribunal y que por ello estuvieron destinados, sin escapatoria alguna, a una muerte prematura. A muchos de ellos, la melancolía los tenía presos